Introducción
Hace casi una década tuvimos la oportunidad de leer un texto de Zeichner (1993), en el que describe cuatro tradiciones existentes en la historia norteamericana de la formación de profesores (académica, orientada a la eficacia social, desarrollista y reconstruccionista). Tiempo después leímos el de Andy Hargreaves (1999), donde identifica cuatro etapas o edades de la profesión docente (pre-profesional, profesional autónomo, profesional colegiado y post-profesional). Lo que nosotros queremos decir es que sean las etapas o tradiciones que fueren, la historia de la formación de maestros no ha seguido un proceso lineal. Las edades o las tradiciones, según adhiera el lector, se han presentado de forma compleja. Ninguna de ellas aparece en nuestra vida con los rasgos tan nítidos como teóricamente se les define. En la realidad unas y otras son eso y mucho más. Edades o tradiciones de la profesión docente, están allí, conceptualmente acotadas, para que se les vea según se pueda. Parecieran olas que van y vienen y que revientan por fuera y por dentro de los marcos de las instituciones formadoras y actualizadoras de docentes, dando lugar a verdaderos híbridos en los repertorios de competencias profesionales de los profesores en servicio. Una distinción importante en las propuestas curriculares que de ellas derivan es el papel atribuido a la práctica o a la teoría educativa. Aunque cada una lo resuelve técnicamente, la relación entre ambas es compleja. Hay programas de formación que se centran en la práctica o en la teoría cuando no en ambas, o que hacen de la docencia una práctica individual, personal e íntima; mientras que en otros, aparece como práctica profesional, derivada del trabajo colegiado y la ayuda mutua en comunidades docentes. (...)
Hace casi una década tuvimos la oportunidad de leer un texto de Zeichner (1993), en el que describe cuatro tradiciones existentes en la historia norteamericana de la formación de profesores (académica, orientada a la eficacia social, desarrollista y reconstruccionista). Tiempo después leímos el de Andy Hargreaves (1999), donde identifica cuatro etapas o edades de la profesión docente (pre-profesional, profesional autónomo, profesional colegiado y post-profesional). Lo que nosotros queremos decir es que sean las etapas o tradiciones que fueren, la historia de la formación de maestros no ha seguido un proceso lineal. Las edades o las tradiciones, según adhiera el lector, se han presentado de forma compleja. Ninguna de ellas aparece en nuestra vida con los rasgos tan nítidos como teóricamente se les define. En la realidad unas y otras son eso y mucho más. Edades o tradiciones de la profesión docente, están allí, conceptualmente acotadas, para que se les vea según se pueda. Parecieran olas que van y vienen y que revientan por fuera y por dentro de los marcos de las instituciones formadoras y actualizadoras de docentes, dando lugar a verdaderos híbridos en los repertorios de competencias profesionales de los profesores en servicio. Una distinción importante en las propuestas curriculares que de ellas derivan es el papel atribuido a la práctica o a la teoría educativa. Aunque cada una lo resuelve técnicamente, la relación entre ambas es compleja. Hay programas de formación que se centran en la práctica o en la teoría cuando no en ambas, o que hacen de la docencia una práctica individual, personal e íntima; mientras que en otros, aparece como práctica profesional, derivada del trabajo colegiado y la ayuda mutua en comunidades docentes. (...)
Información de contacto: Héctor Manuel Jacobo García, Profesor investigador de tiempo completo de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Sinaloa y de la Unidad Culiacán de la Universidad Pedagógica Nacional. Correo electrónico: hmjacobo@uas.uasnet.mx
Palabras claves: Complejidad, Formación de profesores, Nuevos escenarios, Sistemas
Autor (es): Héctor Manuel Jacobo García y Juan Luis Pintos
Detalles de contenido:
ÍndiceIntroducción 7
I. La formación profesional: reflexiones generales 11
II. Trazar nuevos escenarios para la formaciónde los educadores mexicanos: algunos desafíos
¿Por qué repensar el sistema nacional de formaciónde profesores de educación básica?
La pertinencia de una visión sistémica en la formacióny el desarrollo profesional de los profesores ¿De qué nociones partir?
III. Nuevos escenarios… nuevos desafíos
Transitar de la educación de la edad de las máquinasa la edad de los sistemas
Hacer de cada IFAD un centro de investigación parala formación inicial y permanente de los educadores mexicanos
Promover la formación profesional situada en escuelas de calidad
Compartir la formación con las comunidades de práctica
IV. ¿Por dónde empezar?
Referencias bibliográficas
ISBN: ISBN 968-5710-
Año de publicación: 2003
Editor: Mexico: Secretaría de Educación Pública
URL de la versión online: http://ses4.sep.gob.mx/dg/dgespe/cuader/cuad10/cuad10.pdf
Año de publicación: 2003
Editor: Mexico: Secretaría de Educación Pública
URL de la versión online: http://ses4.sep.gob.mx/dg/dgespe/cuader/cuad10/cuad10.pdf
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